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Categoría:
Trauma
Introduccion:
Las fracturas de ramas pélvicas en ancianos son una patología frecuente, con una incidencia en aumento. Su tratamiento es conservador en la mayoría de los casos, permitiéndose una deambulación progresiva. Ante la ausencia de un protocolo de evaluación inicial estandarizado, su manejo inicial es muy variable dependiendo del centro, con diferentes protocolos analíticos y de tiempo de estancia. Esta situación conlleva, en ocasiones, un incremento del gasto sanitario.
Objetivos:
Valorar la necesidad de realización de pruebas complementarias y el tiempo de observación requerido en ese tipo de pacientes en su valoración inicial.
Material y metodología:
Se recogieron de forma prospectiva todos los pacientes con fracturas de ramas pélvicas atendidos en el servicio de urgencias de nuestro centro desde octubre de 2017, evaluándose su manejo inicial y seguimiento.
Resultados:
Se obtuvo un total de 78 pacientes, 14 varones (18%) y 64 mujeres (82%), con una media de edad de 80.3 años (66,9-93,4). En 71 casos (91%), el mecanismo de lesión fue de baja energía. La mayoría de las fracturas observadas eran de tipo A2.2 en la clasificación de la AO. La Hemoglobina (Hb) media inicial fue de 11,9 g/dl (8,4-15.6) y la de control de 10,3 g/dl (6,9-14,4). No se apreció correlación significativa entre la edad y el descenso de la Hb (p>0.05). El tipo de fractura no se relacionó con la pérdida sanguínea (p>0.05). 11 pacientes (14,1%) requirieron ingreso, sin presentarse eventos adversos durante el mismo. 6 pacientes (7,7%) requirieron transfusión sanguínea. No hubo un descenso significativo entre la analítica en urgencias y en el seguimiento (p>0.05). Cuatro pacientes (5,1%) fallecieron a lo largo del mismo (seguimiento medio de 3 meses).
Conclusiones:
Basados en nuestros resultados, concluimos que el índice de complicaciones en este tipo de fracturas es muy bajo, de forma que no se debería prolongar la estancia del paciente en el hospital ante la ausencia de datos de riesgo. Un seguimiento ambulatorio tras la atención inicial es recomendable. No obstante, se requieren estudios de mayor envergadura para elaborar un protocolo de actuación ante este tipo de lesiones.